Una de las tradiciones que hemos podido recuperar este curso es la convivencia de 2º de Bachillerato. Es muy breve, como el curso, pero siempre constituye una ocasión excelente para que los mayores del Colegio comiencen el curso como una piña con sus profesores y entre ellos.

Este texto nos lo envía Enrique Robles, alumno de 2º de Bachillerato:

«Si dentro de 20 años me preguntan cómo fue la convivencia de 2º de Bachillerato, no sería capaz de explicarla al detalle, y no porque no me vaya a acordar, sino porque es algo que hay que vivir.

En el lugar donde se hizo la convivencia, no me fijé en las instalaciones, ni en las habitaciones, ni en la comida, sino en que había varios compañeros que no habían metido en la maleta ropa de abrigo y la cara de angustia que tenían por el tiempo que hacía se notaba perfectamente. Pero algo que se me quedó grabado: fue que nada más llegar todos estábamos dispuestos a colocar las mesas del comedor y servir la comida, y no porque tuviéramos hambre, que también, sino por ese  espíritu de servicio  que nos enseñaron desde el primer día que entramos por la puerta del Colegio. Fue aquí donde me di cuenta de que por eso se nos llama “los de segundo”, porque somos el reflejo de esos valores que los padres quieren ver en sus hijos y los alumnos quieren tener en su último año.

Realmente son  los profesores los que te muestran que ya eres el mayor del Colegio, y que hay una confianza plena para contar con ellos para cualquier cosa con total libertad, siempre desde el respeto, y, nos lo hicieron ver desde sus charlas, siempre guiadas por lo importante, Jesús, hasta esa gran barbacoa que terminó con algún pique sano en las partidas de mus. En esta convivencia nos dimos cuenta de la disposición que tienen los profesores hacia ti, en especial en este curso, y que para ellos 2º es lo 1º.«