La crónica de hoy la escribo gracias a mis ayudantes de campo debido a que el frío ha hecho mella en mí y hoy me ha tocado guardar cama. Se ve que ducharse con agua fría, en un bañador mojado y con una toalla que jamás termina de secarse no es la mejor de las recetas.

La estructura del nuevo edificio ya empieza a ser reconocible. Hay una especie de puerta a cuya altura ya casi llegan los ladrillos y nuestros hoy no tan eficientes obreros han instalado las ventanas.

Hoy al ser el “Drinking Day” se trabajaba a media jornada. El Drinking Day es un día festivo por aclamación popular, llega el subsidio estatal y se invierte en alcohol para beberlo en la calle con los amigos.

Debido al retraso producido por la instalación de las ventanas, no había trabajo para todos así que muchos han decidido tomar el sol y otros han maximizado las “pitipausas” y los descansos al descargar las carretillas, los pinceles… Vamos, que se ha trabajado en “Slow Motion”.

Como si hubiese sonado el toque de corneta, a las 15 ha habido una desbandada general al colegio para jugar el torneo de fútbol que se ha improvisado en el campo de atrás.

En un rato disfrutaremos del tercer apagón del día. Mañana tenemos excursión y descanso para reponer fuerzas. Nos quedan 3 días intensos y, esperemos, de más contenido.

Rafa Gutiérrez de Cabiedes