ENLACE AL ÁLBUM DE FOTOS

Habíamos sido avisados de que los líderes José María Cantero, Pedro Sunyer y Pedro de Abajo, nos iban a despertar a las 6:30, pero a las 7:00 todo el edificio seguía dormido (ellos incluidos), menos en la habitación de Ignacio Nvumba que tuvo la brillante idea de poner una alarma.

El desayuno estaba buenísimo: tostadas con huevos revueltos, yogures, cereales con leche, café…

A las 8 celebramos la Santa Misa, donde los cumpleañeros Alfonso Guitian y Javi de Miguel tuvieron su momento de gloria, aunque uno leyó mejor que otro. De todas formas, no era difícil superar el listón en la lectura del día de ayer de Nicolás Maldonado. Javier Álvarez Ordinas se ve que no tuvo una buena noche, y se quedó profundamente dormido encima de Alfonso Escrivá.

Posteriormente, nos dirigimos a la reunion con el “Major”. Tras diversos emocionantes discursos y unas actuaciones memorables por parte de algunos estudiantes de Barkley East, llegó el momento en que nos dicen que cantemos el himno de España… y cantamos Sirenas de Taburete para enseñarles alguna canción española. Terminamos cantándoles a los cumpleañeros el cumpleaños feliz y aparecieron unos snacks para celebrarlo.

Después de eso fuimos ya al orfanato para conocer a los niños y ver el trabajo que tenemos que hacer durante estos días. Los niños encantadores y todos muy acogedores y súper felices de tenernos ahí.

Nos hemos dado cuenta de lo privilegiados que somos y lo mucho que nos quejamos. Y ellos, con lo poco que tienen, lo felices que son y sin quejarse.

Ya conocemos todo el trabajo que tenemos que hacer: construir una nueva casa, pintar las casas de los habitantes, hacer una ampliación de la actual casa y otras muchas tareas. Nos hemos puesto manos a la obra dentro de lo que podíamos hacer porque estaba lloviendo bastante y no podíamos ni pintar ni construir.

Hemos estado con los niños jugando con ellos (Gonzalo Aparicio ha pinchado su única bola y le han preguntado algunos del pueblo si tenia “tabaco”). También hemos lijado las paredes y las puertas del orfanato y las hemos emplastado para ya empezar a pintar.

Después nos hemos vuelto para el colegio para darnos una ducha caliente, prepararnos para la cena y esperar a nuestros compañeros que llegan hoy por la noche.