Como si de una carta a los reyes se tratase, esta crónica empieza así:

Estimados amigos, compañeros y familiares,

Hoy me porté bien, regular o muy mal. No obstante, sé que mañana lo haré mejor. Me gustaría en esta carta pediros:

1. Un grupo de corredores que salgan por la mañana y lleguen justos para el desayuno.
2. Una espera eterna hasta que lleguen las notas de la evau. También me gustaría, un equipo más unido, colaborativo y emprendedor que coja cada tarea con ilusión y se olviden los agobios.
3. Me gustaría unas notas mejores, una mejor corrección pero también un examen de autoevaluación donde reconozca mis errores y acceda a mi vida universitaria agradecido por todo el tiempo que le he dedicado a mi trabajo.
4. No os pediré mucho más pero sí que aguantemos, que aguantemos todos juntos, porque al llegar la tarde se trabajó a la velocidad a la que Yves prepara plátanos fritos.
5. Me gustaría, para mis compañeros, un viaje más en la parte de atrás de una pickup, camino de una misa o de una partida de mus, de una cena cumpleañera, o en búsqueda de un pozo de agua.

En este 15 de junio no os pediré más, pero traedles unas fajitas a Santiago por su cumpleaños que ya se hace mayor de edad.

Todos hemos superado la EvAU.