Descanso. En todos los deportes existen unos minutos entre mitades donde los jugadores reponen fuerzas para llegar más fuertes a la siguiente parte; lo hacen en el baloncesto, lo haremos en Camerún.

Hoy domingo tocó empezar el día con una misa estilo Camerún donde los nuestros participaron en forma de coro, pero nada superables a ellos. Aunque está claro que estos hermanos africanos, algunos muy jóvenes, viven la celebración de la misa de una forma muy particular y especial. El Padre De la Iglesia, ha sacado sus pasos de bailes a relucir y durante unos momentos todo pareció una escena de Sister Act – moviendo las palmas como una flamenca en la Feria de Abril.

Tuvimos oportunidad de bailar, cantar y jugar con ellos al fútbol por la mañana pero nuestra labor de hoy se encontraba en casa. Hoy era día de limpieza, y aunque en el caos se encuentran a los locos. Aquí el caos solo ha logrado que Lord Ignacio empiece a romper barajas de cartas a su paso.

El merecido descanso ha llegado, algunos lo han aprovechado más que otros; Gabriel Lera, por ejemplo, ha decidido hibernar 12 horas y despertar para la cena. Otros han ido a por más agua, y unos últimos recibieron unos regalos de la comunidad en forma de piñas, agua, 300 toneladas de huevos – vamos a tomar como si volviéramos a Sudáfrica. No se pueden olvidar esas ricas naranjas con menos sabor que un papel mojado, pero podemos asegurar que de Valencia Valencia no eran.

Aunque la lluvia estropeó el partido de fútbol, por falta de kayaks para nuestros carrileros, y manguitos para Bosco. Esperamos que mañana, nuestra segunda semana pueda empezar de forma correcta.